
El presidente Javier Milei confirmó que no vetará el Presupuesto 2026, recientemente aprobado en la Cámara de Diputados sin la derogación del Financiamiento Universitario ni la Emergencia en Discapacidad, y adelantó que profundizará el ajuste del gasto público para sostener el objetivo de déficit cero. En ese marco, afirmó que va a “acomodar las partidas para tener déficit cero”, dejando en claro que la política de recortes continuará.
Desde su asunción, el jefe de Estado redujo el gasto público en alrededor de $50 billones, según un cálculo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) al que accedió la Agencia Noticias Argentinas. A valores constantes, ese ajuste equivale a unos US$ 38.000 millones.
De acuerdo con el informe, el gasto primario cayó un 27,2% en los primeros dos años de gestión, al pasar de $185 billones a $134 billones. El mayor impacto se dio en las transferencias de la Nación a las provincias: las transferencias de capital se desplomaron un 93,8%, en lo que constituye un recorte sin precedentes.
También se registraron fuertes bajas en otros rubros. Los subsidios a distintas funciones retrocedieron 83,9%, mientras que la inversión real directa cayó 73,5%. En paralelo, el gasto salarial del Estado se redujo 26% como parte del proceso de ajuste del sector público.
En términos absolutos, el mayor recorte se concentró en programas sociales —que incluyen, entre otros, el bono para jubilados y pensionados— con una caída de $10,5 billones a valores de noviembre de 2025. Le siguieron los subsidios a la energía, con un ajuste de $8,8 billones, y la inversión real directa, con $8,3 billones menos. El gasto salarial tuvo una merma de $6,3 billones, mientras que las transferencias de capital a provincias y a la Ciudad de Buenos Aires se redujeron en $4 billones.
En contraste, el informe del IARAF señala que el único rubro con crecimiento fue la Asignación Universal por Hijo (AUH), que aumentó 70% en términos reales —descontando la inflación—, con un incremento estimado de $2,7 billones. El gasto del PAMI, en tanto, se mantuvo prácticamente sin cambios.
Analistas destacan que la recomposición de la AUH, junto con la desaceleración inflacionaria y la creación de empleo informal, ayuda a explicar la reducción de la pobreza al 27,5% en el tercer trimestre del año, según datos oficiales. En ese contexto, el Gobierno sostiene que el ajuste fiscal es compatible con una mejora de los indicadores sociales y anticipa que la “motosierra” seguirá siendo un eje central de su programa económico.